Unos meses antes del parto, y ya conociendo el sexo del bebé, hay que empezar a preparar la que será la habitación de nuestro retoño. Se pone mucha ilusión en cada detalle, y la pretensión es que el bebé se encuentre lo más cómodo y seguro posible, por lo que debemos tener en cuenta varios aspectos en cuanto a la decoración de la misma.
Deberíamos escoger una habitación muy luminosa, con un gran ventanal, que nos permita una buena ventilación, pero que a la vez disponga de un buen aislamiento, tanto térmico como acústico.
Será necesario la instalación de cortinas para regular la entrada de luz durante el sueño diurno del niño. Pueden ir combinadas con las sábanas de cuna o con el tapizado de algún mueble.
En cuanto a la iluminación artificial, debemos tener mínimo dos puntos de luz: podemos disponer de una lámpara de techo en el centro del dormitorio, con una iluminación intensa para cuando el niño este despierto, y de otra iluminación más tenue, de sobre mesa o aplique, para cuando el niño necesite ser atendido a media noche, sin que le desvele.
Artículo extraído de www.ddecoracion.es
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