Iluminar tu casa de forma eficiente puede ser más difícil de lo que parece a primera vista. Es bastante fácil exagerar y bañar el espacio vital con un exceso de iluminación o convertirlo en algo oscuro y sombrío. Por eso, las lámparas de pie LED es el mejor amigo de un decorador de luz: se puede mover con bastante facilidad y ayuda a conseguir la iluminación adecuada. Veamos con más detalle las lámparas de pie y cómo elegirlas.
Como ya hemos dicho, las lámparas de pie son portátiles, lo que las hace bastante flexibles: pueden utilizarse prácticamente en cualquier habitación. En el mercado se pueden encontrar diferentes estilos: desde lámparas sencillas, minimalistas y discretas hasta extravagantes lámparas colgantes diseñadas para dominar la habitación y ser una atrevida declaración de moda. Además, las lámparas de pie añaden altura, haciendo que el interior parezca más espacioso aunque no haya mucho espacio.
Las lámparas de pie están disponibles tanto en versión de ambiente como de trabajo, lo que facilita la elección de las que mejor se adaptan al ambiente de la habitación. Con bombillas LED regulables y RGB, pueden crear efectos únicos.
Aunque la variedad de diseños puede ser bastante abrumadora, todas las lámparas de pie disponibles pueden dividirse a grandes rasgos en cuatro categorías:
Lámparas de lectura: una lámpara de lectura proporciona un haz de luz concentrado ideal para todo tipo de iluminación de tareas, especialmente si se elige un modelo con pantalla inclinable y alcance ajustable (por ejemplo, brazo flexible).
Lámparas de ambiente: una lámpara de pie de ambiente está pensada para proporcionar una iluminación general en una zona determinada. La luz puede ser difusa y semidireccional gracias a una pantalla ajustada. Es el tipo más tradicional.
Lámparas de luz superior (también conocidas como antorchas): lámparas de pie equipadas con pantallas que apuntan hacia arriba. Funcionan mejor como luces de acento para resaltar las paredes o dar volumen a un rincón oscuro.
Cuando tengas el tipo, es hora de abordar los detalles. Los tres principales que siempre debes tener en cuenta son:
La altura: afecta a la anchura del haz de luz de la lámpara; las más altas funcionan muy bien para el ambiente, pero las lámparas de trabajo deben ser más bien cortas. También hay que tener en cuenta la altura del resto de los muebles de la habitación: la lámpara no debe sobresalir mucho por encima de ellos. Además, asegúrate de que la luz no esté directamente a la altura de tus ojos, para que no produzca un deslumbramiento incómodo.
Tamaño: asegúrate de que la lámpara que elijas cabe en el espacio disponible; por ejemplo, una lámpara con base de trípode necesitaría más espacio en el suelo que una lámpara de pie.
Coste: el precio puede variar mucho, dependiendo del estilo, el tamaño y el valor decorativo de la lámpara. No tiene sentido adquirir una pieza de arte cuando todo lo que necesitas es una simple luz de trabajo. En cambio, una lámpara meticulosamente diseñada puede ser la pieza central de la decoración de un interior.
Las luces LED son la iluminación más variada, rentable y ajustable que existe actualmente. Cuando las combinas con una lámpara de pie, puedes crear efectos realmente únicos que se pueden ajustar casi sobre la marcha. Así que si quiere iluminar su casa con un poco de ambiente, asegúrese de echar un vistazo a las lámparas de pie LED.
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