El funcionamiento de una luz solar en pocas palabras se basa en que, el panel solar recibe la luz y la transforma en energía. Cuanta más cantidad de luz recibe a lo largo del día, mayor iluminación otorgará por la noche.
Sin embargo, la eficiencia de tu luz solar no será la misma si no recibe los rayos del sol de forma directa. Esto dependerá principalmente del lugar donde ubiques la luz y del tiempo, si llueve, está nublado… Veamos hasta qué punto afectan estos factores al rendimiento de tu luz solar.
Las luces solares cuentan con placas o paneles solares, que a su vez tienen celdas fotovoltaicas. Estas celdas son las encargadas de transformar la luz solar en energía, en este caso en energía eléctrica.
La energía que se forma en las celdas fotovoltaicas es transferida a través de unos cables de cobre, que terminan en la batería del dispositivo. Esta batería se pondrá en marcha cuando los fotorreceptores de tu luz, capaces de determinar si es de noche o de día por la cantidad de luz que reciben, detecten que es de noche.
Una luz solar necesita que incida sobre ella la luz proveniente del sol para funcionar. Sin embargo, este concepto no es absoluto, por lo que también pueden funcionar sin recibir luz directa del sol.
No obstante, el rendimiento de tu luz caerá notablemente respecto a si recibe luz directa del sol. Todo va en función de la luz que sean capaces de captar las celdas fotovoltaicas. En casos en los que la luz sea mínima, tu luz solar no podrá funcionar, ya que su mecanismo de funcionamiento no podrá tener lugar.
Esta pregunta depende en gran medida del modelo de luz solar del que dispongas. Es cierto que en la mayoría de casos las celdas fotovoltaicas son capaces de recibir mejor la luz natural proveniente del sol que una artificial, como por ejemplo de una bombilla tradicional. El motivo es que, la luz que nos proporciona el sol tiene una intensidad mayor que cualquier otro tipo de luz. El resultado es que tu luz solar será menos eficiente si incide sobre ella luz artificial en vez de luz natural.
Por supuesto, para los días en los que esté nublado o haga poco sol, la luz artificial puede ser una alternativa interesante a tener en cuenta.
A lo largo de este post hemos explicado, a grandes rasgos, el funcionamiento de una luz solar. Ahora que ya sabes cómo funciona y qué tipo de luz conviene más para un mayor rendimiento, queda en tu mano la tarea de colocar y ayudar a tu luz solar a que proporcione su máxima eficiencia.
Dejar tu luz expuesta al sol es la mejor opción, pero no siempre es una alternativa posible. Como ya has visto, existen otros métodos que pueden ayudar a cargar la batería de tu luz solar. No descartes nunca ninguna opción, ya que, aunque el rendimiento sea menor, tu luz solar puede seguir funcionando sin ser necesario de que incida en ella luz proveniente del sol.
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